martes, 2 de abril de 2013

MADAME BOVARY. Gustave Flaubert, 1857.




El próximo 10 de abril comentaremos en el Club de Lectura la obra de Gustave Flaubert, Madame Bovary.
Gustave Flaubert nació en Rouen, Normandía, el 12 de diciembre de 1821. Hijo de un médico, estudió derecho en París durante algún tiempo, pero se vio obligado a abandonar sus estudios por problemas de salud. Fue entonces cuando decidió dedicarse a escribir. Entre 1849 y 1851 viajó  por Grecia y Oriente Próximo. Pero debido a una enfermedad crónica de tipo nervioso se estableció con su familia en Croisset, donde llevó una vida apacible hasta el final de sus días, en mayo de 1880.
Con su primera novela, Madame Bovary (1857), el autor rompió con todas las convenciones morales y literarias de la burguesía del siglo XIX, tal vez porque “nadie antes se había atrevido a presentar un prototipo de heroína de ficción rebelde y tan poco resignada al destino”. Esto provocó que Flaubert fuese procesado por atentar contra la moral. A pesar de haber sido absuelto, el escándalo empañó la aparición del libro y hubo de pasar tiempo antes de que la novela llegase a ser reconocida como una de las obras maestras de la literatura francesa.
Madame Bovary, bajo la apariencia de una vulgar historia de adulterio, es en realidad un detallado estudio de la naturaleza humana, constituyendo la obra un feroz ataque a las convenciones de la burguesía. Emma Bovary, infelizmente atrapada en un matrimonio que la oprime y le impide cumplir sus anhelos, busca hacer realidad las ilusiones que ha ido forjando sobre el amor y la pasión a través de sus lecturas. Su insatisfacción vital la lleva a embarcarse en una serie de aventuras amorosas poco gratificantes, dándose de bruces repetidamente con la realidad. Finalmente, desesperada por sus repetidos fracasos y sus crecientes deudas, pone fin a su vida.
Flaubert reflejó con gran acierto la tragedia de este personaje, hasta el punto que Madame Bovary se ha convertido en obra de referencia constante, llegando a ser considerada una obra maestra del realismo. Por lo que respecta a Flaubert, su exigencia en el lenguaje y la precisión en los detalles, lo han llevado a ser considerado uno de los grandes novelistas de todos los tiempos.
Otras obras del autor son Salambó (1863), La educación sentimental (1869), La tentación de San Antonio (1874), tres narraciones cortas agrupadas bajo el título de Tres cuentos (1877), y dos trabajos editados póstumamente, la novela Bouvard y Pécuchet (1881) y Diccionario de lugares comunes (1913).