lunes, 7 de marzo de 2016

EL BARÓN RAMPANTE, Italo Calvino, 1957


 Nacido el 15 de octubre de 1923 en Cuba, en el seno de una familia de tradición científica, su madre era asistente de Botánica de la universidad de Pavía y su padre dirigía una estación agrícola y una escuela experimental. Dos años después de su nacimiento, los Calvino regresaron a Italia, concretamente a San Remo. Allí Italo Calvino realizó estudios primarios y luego cursó el bachillerato literario. Su hermano pequeño, Floriano, nació en 1927 y se convirtió en un geólogo de fama internacional. 
Educado en el seno de una familia agnóstica y socialista, algo excepcional en tiempos del fascismo, desde muy joven se convirtió en un lector empedernido y un cinéfilo impenitente, llegando a acudir al cine hasta dos veces al día. 
Durante la ocupación alemana, los hermanos Calvino se enrolaron como partisanos en la brigada Garibaldi. Esta experiencia aparece en su primera obra, Los senderos de los nidos de araña (1947), obra propia de un novel, pero en la que podemos atisbar rasgos de sus posteriores creaciones, como es la mezcla entre fantasía y realidad.
Entró a trabajar en Einaudi como publicitario, donde tomó contacto con filósofos y pensadores que influirían en su concepción del mundo. Su consagración como escritor le llegó con la publicación de El vizconde demediado (1951), primera parte de la trilogía "Nuestros antepasados", que completan El barón rampante (1957), obra que comentaremos este miércoles en el Club de lectura, y El caballero inexistente (1959). En ella, mezclando elementos imaginarios propios de los cuentos maravillosos, se nos plantea el tema de la libertad del individuo.
Tras establecerse en Francia, su adscripción oulipista dio como fruto Las Cosmicómicas (1965), obra donde pone de manifiesto lo grotesco de los mundos reales. En estas fechas se acercó al estudio de la semiología. A partir de entonces su escritura sería mucho más rigurosa, obedeciendo cada una de sus obras a una precisa intención teórica. De este modo podemos disfrutar de las maravillosas Las ciudades invisibles (1972),  Palomar (1983), Si una noche de invierno un viajero (1979)... Autor además de ensayos tan interesantes como De fábula (1980), Seis propuestas para el próximo milenio (1985) o Por qué leer los clásicos (publicado póstumamente en 1991), es además autor de  una recopilación de 200 cuentos populares: Los cuentos populares italianos (1956).