Lugar para expresar nuestra opinión sobre las lecturas que realicemos, especialmente sobre aquellas que hemos compartido en el grupo de trabajo.
martes, 21 de diciembre de 2010
SABER PERDER. David Trueba, 2008.
El pasado 24 de noviembre celebramos en la sala de profesores del IES El Alquián la reunión del club para charlar y opinar sobre esta estupenda y galardonada novela del autor madrileño.
DAVID RODRÍGUEZ TRUEBA (Madrid, 10 de septiembre de 1969) es escritor, periodista, director de cine, guionista y actor y el hermano menor de una familia con ocho hijos. De vocación periodista ingresó en la facultad de Ciencias de la Información rama de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y, mientras cursaba sus estudios, ya trabajó en cortometrajes y escribió su primera película. Al terminar sus estudios completó su formación en Estados Unidos.
Guionista Amo tu cama rica (1991), junto con Martín Casariego y Emilio Martínez Lázaro. Los peores años de nuestra vida (1994). Perdita Durango (1997). La niña de tus ojos (1998). Balseros (2003).
Director y guionista La buena vida(1996). Obra maestra (2000). Soldados de Salamina (2002). Bienvenido a casa (2006). La silla de Fernando (2006). ¿Qué fue de Jorge Sanz? TV (2010).
Actor ¡Hay motivo!, de varios directores (2004) El elefante del rey, de Víctor García León(2003) Más pena que gloria, de Víctor García León (2001) Adiós con el corazón, de José Luis García Sánchez(2000) Airbag, de Juanma Bajo Ulloa (1997) Suspiros de España y Portugal, de José Luis García Sánchez(1995) Los peores años de nuestra vida, de Emilio Martínez Lázaro (1994) Amo tu cama rica, de Emilio Martínez Lázaro(1992) Evilio, de Santiago Segura (1992)
Ha publicado tres novelas en la editorial Anagrama, "Abierto toda la noche" de 1995, "Cuatro Amigos" de 1999 y "Saber perder" de 2008 y desde hace años escribe cada domingo una columna en la revista Dominical que se entrega con casi una veintena de diarios españoles, entre ellos El Periódico de Catalunya Algunas de sus columnas periodísticas están recogidas en los libros "Artículos de ocasión" y "Tragarse la lengua" Recibió el Premio Nacional de la Crítica de 2008 por su novela Saber perder. Sus novelas han sido traducidas a más de quince idiomas, incluido el inglés, alemán, griego, checo, portugués, italiano, holandés y francés. En 2010 Saber Perder ha sido elegida finalista del prestigioso premio Médicis a raíz de su publicación en Francia en la editorial Flammarion.
Sylvia cumple dieciséis años el día en que comienza esta novela. Para celebrarlo organiza una falsa fiesta que sólo tiene un invitado. Horas después sufrirá un accidente que significará su entrada en la vida adulta. Su padre, Lorenzo, es un hombre separado que trata de superar el abandono de su mujer y el fracaso laboral. Ariel Burano es un joven jugador de fútbol que deja Buenos Aires para fichar por un equipo español. Con su superdotada pierna izquierda, será cuestión de tiempo que el estadio coree su nombre. Y tiempo es lo que no tiene el anciano Leandro, que vive en esa época donde casi todo se derrumba. Éstos son los cuatro personajes principales de Saber perder. Con las relaciones entre ellos se trenza un relato de supervivientes, de poderosa pegada narrativa y rico en matices. Una mirada capaz de extraer humor y emoción en cada curva del camino, pero que reivindica, por encima de todo, la maravillosa aventura de vivir. Ésta es la tercera novela de David Trueba tras su irrupción con Abierto toda la noche, a la que Der Spiegel definió como «una orgía de carcajadas», y Cuatro amigos, un libro que vive un idilio continuado con los lectores desde 1999.
En efecto, el elenco de personajes de Saber perder es de lo más variado y original que he leído en mucho tiempo: una adolescente, Sylvia, que entra de forma repentina en la edad adulta y que busca su sitio en un mundo al que aún no pertenece; su padre, Lorenzo, de mediana edad, abandonado por su esposa y con un terrible secreto a sus espaldas; el abuelo, Leandro, incapaz de hacer frente a las consecuencias de su avanzada edad y deseoso de encontrar una pasión que le una al frágil mundo de los vivos; un joven futbolista argentino, Ariel, recién llegado a España, que vive un auténtico torbellino de emociones que no es capaz de encajar con la madurez suficiente... Y por detrás de ellos desfilan otros caracteres, personajes secundarios que están nítidamente dibujados, hasta el punto de que los vemos hacerse de carne y hueso y levantarse del papel. Todos juntos componen un fresco tan rico en matices que hacen olvidar al lector que se halla ante seres de ficción, confeccionados a la medida de esta historia.
Frente a la complejidad de los personajes, el estilo narrativo es sencillo, sin artificios, fácil de leer. El narrador va saltando a través de las historias que se cruzan y se separan continuamente, un recurso muy utilizado en literatura y que consigue mantener en vilo al lector al proporcionarle la acción en pequeñas dosis, cortándola donde al autor le interesa para saltar al personaje siguiente. Este es quizás el único punto débil de la novela, aunque en mi opinión no la estropea en absoluto. Por último, podemos encontrar reflejados en su trama muchos de los temas que nos preocupan, algunos más universales que otros: el despertar al sexo de los adolescentes, el entorno que rodea al fútbol, la violencia, el drama de la inmigración, el miedo ante el envejecimiento y la muerte, el fin del amor, etc.
Estaríamos hablando de una novela costumbrista, donde se retratan la vejez, el miedo a estar sólo, el descubrimiento de la sexualidad, el primer amor, los problemas que pueda acarrear la inmigración, la pérdida de alguien querido, el no querer pasar una página en tu vida tan importante como es el sexo, cuando uno tiene cierta edad y buscar algo nuevo en él. Podríamos ver en alguno de estos personajes algún rasgo que nos implique emocionalmente con ellos, pero particularmente, diría que es algo difícil de conseguir, puesto que todas las historias contadas están llevadas al límite.
“La novela trata, no tanto sobre el saber perder, puesto que desde el instante en que nacemos, empezamos a perder algo tan valioso como es la vida, ya que con los años, esta se va consumiendo sin darnos cuenta, si no, más bien, de el saber encajar esas pequeñas pérdidas de los seres queridos. Tanto real, como metafóricamente. Alguien que nos abandona o alguien que ya no volverá”.
DAVID RODRÍGUEZ TRUEBA (Madrid, 10 de septiembre de 1969) es escritor, periodista, director de cine, guionista y actor y el hermano menor de una familia con ocho hijos.
ResponderEliminarDe vocación periodista ingresó en la facultad de Ciencias de la Información rama de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y, mientras cursaba sus estudios, ya trabajó en cortometrajes y escribió su primera película. Al terminar sus estudios completó su formación en Estados Unidos.
Guionista
Amo tu cama rica (1991), junto con Martín Casariego y Emilio Martínez Lázaro.
Los peores años de nuestra vida (1994).
Perdita Durango (1997).
La niña de tus ojos (1998).
Balseros (2003).
Director y guionista
La buena vida(1996).
Obra maestra (2000).
Soldados de Salamina (2002).
Bienvenido a casa (2006).
La silla de Fernando (2006).
¿Qué fue de Jorge Sanz? TV (2010).
Actor
¡Hay motivo!, de varios directores (2004)
El elefante del rey, de Víctor García León(2003)
Más pena que gloria, de Víctor García León (2001)
Adiós con el corazón, de José Luis García Sánchez(2000)
Airbag, de Juanma Bajo Ulloa (1997)
Suspiros de España y Portugal, de José Luis García Sánchez(1995)
Los peores años de nuestra vida, de Emilio Martínez Lázaro (1994)
Amo tu cama rica, de Emilio Martínez Lázaro(1992)
Evilio, de Santiago Segura (1992)
Ha publicado tres novelas en la editorial Anagrama, "Abierto toda la noche" de 1995, "Cuatro Amigos" de 1999 y "Saber perder" de 2008 y desde hace años escribe cada domingo una columna en la revista Dominical que se entrega con casi una veintena de diarios españoles, entre ellos El Periódico de Catalunya Algunas de sus columnas periodísticas están recogidas en los libros "Artículos de ocasión" y "Tragarse la lengua"
Recibió el Premio Nacional de la Crítica de 2008 por su novela Saber perder. Sus novelas han sido traducidas a más de quince idiomas, incluido el inglés, alemán, griego, checo, portugués, italiano, holandés y francés. En 2010 Saber Perder ha sido elegida finalista del prestigioso premio Médicis a raíz de su publicación en Francia en la editorial Flammarion.
SABER PERDER
ResponderEliminarSylvia cumple dieciséis años el día en que comienza esta novela. Para celebrarlo organiza una falsa fiesta que sólo tiene un invitado. Horas después sufrirá un accidente que significará su entrada en la vida adulta. Su padre, Lorenzo, es un hombre separado que trata de superar el abandono de su mujer y el fracaso laboral. Ariel Burano es un joven jugador de fútbol que deja Buenos Aires para fichar por un equipo español. Con su superdotada pierna izquierda, será cuestión de tiempo que el estadio coree su nombre. Y tiempo es lo que no tiene el anciano Leandro, que vive en esa época donde casi todo se derrumba. Éstos son los cuatro personajes principales de Saber perder. Con las relaciones entre ellos se trenza un relato de supervivientes, de poderosa pegada narrativa y rico en matices. Una mirada capaz de extraer humor y emoción en cada curva del camino, pero que reivindica, por encima de todo, la maravillosa aventura de vivir. Ésta es la tercera novela de David Trueba tras su irrupción con Abierto toda la noche, a la que Der Spiegel definió como «una orgía de carcajadas», y Cuatro amigos, un libro que vive un idilio continuado con los lectores desde 1999.
En efecto, el elenco de personajes de Saber perder es de lo más variado y original que he leído en mucho tiempo: una adolescente, Sylvia, que entra de forma repentina en la edad adulta y que busca su sitio en un mundo al que aún no pertenece; su padre, Lorenzo, de mediana edad, abandonado por su esposa y con un terrible secreto a sus espaldas; el abuelo, Leandro, incapaz de hacer frente a las consecuencias de su avanzada edad y deseoso de encontrar una pasión que le una al frágil mundo de los vivos; un joven futbolista argentino, Ariel, recién llegado a España, que vive un auténtico torbellino de emociones que no es capaz de encajar con la madurez suficiente... Y por detrás de ellos desfilan otros caracteres, personajes secundarios que están nítidamente dibujados, hasta el punto de que los vemos hacerse de carne y hueso y levantarse del papel. Todos juntos componen un fresco tan rico en matices que hacen olvidar al lector que se halla ante seres de ficción, confeccionados a la medida de esta historia.
Frente a la complejidad de los personajes, el estilo narrativo es sencillo, sin artificios, fácil de leer. El narrador va saltando a través de las historias que se cruzan y se separan continuamente, un recurso muy utilizado en literatura y que consigue mantener en vilo al lector al proporcionarle la acción en pequeñas dosis, cortándola donde al autor le interesa para saltar al personaje siguiente. Este es quizás el único punto débil de la novela, aunque en mi opinión no la estropea en absoluto. Por último, podemos encontrar reflejados en su trama muchos de los temas que nos preocupan, algunos más universales que otros: el despertar al sexo de los adolescentes, el entorno que rodea al fútbol, la violencia, el drama de la inmigración, el miedo ante el envejecimiento y la muerte, el fin del amor, etc.
Estaríamos hablando de una novela costumbrista, donde se retratan la vejez, el miedo a estar sólo, el descubrimiento de la sexualidad, el primer amor, los problemas que pueda acarrear la inmigración, la pérdida de alguien querido, el no querer pasar una página en tu vida tan importante como es el sexo, cuando uno tiene cierta edad y buscar algo nuevo en él. Podríamos ver en alguno de estos personajes algún rasgo que nos implique emocionalmente con ellos, pero particularmente, diría que es algo difícil de conseguir, puesto que todas las historias contadas están llevadas al límite.
“La novela trata, no tanto sobre el saber perder, puesto que desde el instante en que nacemos, empezamos a perder algo tan valioso como es la vida, ya que con los años, esta se va consumiendo sin darnos cuenta, si no, más bien, de el saber encajar esas pequeñas pérdidas de los seres queridos. Tanto real, como metafóricamente. Alguien que nos abandona o alguien que ya no volverá”.