miércoles, 15 de abril de 2015

LA HIERBA DE LAS NOCHES, Patrick Modiano, 2012



Patrick Modiano ha sido el último escritor galardonado con el Premio Nobel de Literatura (2014), concedido "por el arte de la memoria con el cual ha evocado los destinos humanos más inasibles y develado el mundo-vida de la ocupación”. Esa ha sido la razón por la que lo hemos seleccionado para comentarlo en nuestro próximo encuentro del Club de Lectura.
Este francés de casi 70 años -nacido en julio de 1945- hace ya muchos años que alcanzó el estatus de gran escritor, y sus numerosos premios lo atestiguan. Hijo primogénito de una pareja que se ausentaba con mucha frecuencia de su hogar por motivos profesionales, mantuvo una estrecha relación con su hermano menor, quien murió a muy temprana edad, hecho que supuso para el escritor una fuerte pérdida y que marcó definitivamente su personalidad.
Fue alumno del escritor Raymond Queneau, hecho crucial en su futura carrera literaria. Su primera novela, El lugar de la estrella (1968), supuso el principio de una trayectoria como escritor que ya nunca abandonaría.
Su obra se caracteriza por estar ambientada casi exclusivamente durante la segunda guerra mundial, concretamente en la Francia ocupada por los alemanes. De hecho, sus tres primeras novelas se conocen como la trilogía de la ocupación (la ya citada El lugar de la estrella, además de La ronda de la noche (1969) y Los bulevares periféricos (1972). Otras obras suyas son Villa Triste (1975), ambientada a comienzos de la década de los 60 y que supone una ruptura con su anterior línea narrativa; El libro de familia (1977), colección de quince breves relatos, con el que comienza Modiano una etapa de fuerte contenido autobiográfico, que durará hasta 2004; la novela Calle de las tiendas oscuras (1978), dedicada a su padre recién fallecido, le valió el Premio Goncourt. Algunas otras obras suyas son: Domingos de agosto (1986); El rincón de los niños (1989); Viaje de novios (1990); Flores de ruina (1991); Más allá del olvido (1996); Dora Bruder (1997); Accidente nocturno (2003); Un pedigrí (2004); En el café de la juventud perdida (2007); El horizonte (2010);  La hierba de las noches (2012), etc. Modiano ha participado además en la escritura del guion de varias películas, junto a directores de la talla de Louis Malle o Pascal Aubier.
Casado felizmente desde 1970, vive en un apartamento con vistas a los Jardines de Luxemburgo, en una permanente reclusión voluntaria que solo rompe con esporádicos paseos por Saint-Germain.
Considera este novelista -cuyos temas son fundamentalmente la memoria, el olvido, la identidad y la culpa y la ciudad de París- que el narrador debe ocupar un discreto segundo plano mientras encuentra su propia voz. “Prisionero de su tiempo, un narrador está marcado por la percepción de la época en la que ha nacido y en la que vive", señaló el autor durante su discurso de entrega del máximo galardón de las letras. "Pero la vocación del novelista, ante la gran página en blanco del olvido, consiste en hacer resurgir algunas palabras a mitad borradas, como icebergs perdidos a la deriva sobre el océano", fueron las bellísimas palabras con las que cerró su discurso.
Su última novela publicada es Pour que tu ne te perdes pas dans le quartier (2014).

3 comentarios:

  1. Os dejo aquí un enlace a la exposición de cuatro pintores - Pelayo Ortega, Carlos García Alix, Damián Flores y Mariana Laín- que hicieron en 2013 donde recreaban lugares y personajes que aparecen en las novelas de Patrick Modiano. http://www.marianalain.com/es/pintura/geografia-modiano-2013/

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  2. Muchas gracias, Encarna. Muy interesante página.

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  3. La primera clave para entender la novela de Patrick Modiano nos la da el título, "La hierba de las noches". Se trata del verso de un poema de Osip Mandelstam que comienza: "Qué dolor buscar la palabra perdida…".
    El premio Nobel repite en esta obra los temas básicos de su literatura: la memoria, el olvido, la identidad… y, cómo no, la ciudad de París, aunque en esta ocasión no se trata del París de la ocupación, sino el de finales de los años sesenta. El protagonista, alter ego del escritor, realiza una vuelta al pasado en un intento de auto-reconstrucción. Pero esta es tarea casi imposible ayudado solo de una pequeña libreta negra llena de anotaciones hechas por un Modiano/protagonista ya desconocido para sí mismo, un adolescente que vivió hace muchos años, pero que ya no existe. La búsqueda de algo que nunca tuvo, una mujer misteriosa a la que no conoció realmente, se convierte en un buceo ciego a través del Paris oscuro y turbio de aquellos años. Esa desconocida con la que se cruzó en su vida es la misma paseante de Baudelaire, aquella con la que el poeta por un instante cruzó su mirada ante la indiferencia de una ciudad/escenario deshumanizada. Modiano desgrana sus particulares “estampas parisienses” en un homenaje al poeta que como nadie supo mostrar la parte más oscura de la ciudad de la luz. Así, no solamente nos cruzamos con gatos, mendigos, etc. sino que la propia amante del poeta, Jean Duval, aparece como personaje de la novela.
    La escritura de Patrick Modiano es una recurrente vuelta a un pasado, que más que nostálgico se ha convertido para el autor en una verdadera arqueología del conocimiento, donde París es un estado de ánimo y no un espacio físico. Esta es la clave de su insistente reconstrucción de lo ya vivido: un intento de luchar contra el olvido. En definitiva y como él mismo ha declarado, la verdadera misión del novelista no es otra cosa que luchar contra el olvido mediante la palabra. Un esfuerzo siempre doloroso para él, como señalábamos al comienzo.

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