El próximo miércoles
el Club de lectura se reúne para comentar El
cielo protector, primera novela del escritor neoyorkino Paul Bowles (1910-1999).
Ya desde muy joven dejó la casa paterna para trasladarse a París, donde se
relacionó con escritores de la generación perdida. Leídos algunos de sus poemas
por Gertrude Stein, la gran escritora desanimó su vocación de escritor, por lo
que decidió dedicarse a la música. Como consecuencia de ello regresó a Nueva York, donde estudió varios años composición
con el gran Aaron Copland y compuso diversas partituras para ballet y teatro. Conoció en Berlín a Isherwood y a Auden, viajó a México y también a parte de
sudamérica ya con Jane Auer, escritora de teatro y novelista con la que se casó
en 1938. Fue ella quien animó al escritor a que retomase su vocación, por lo
que Bowles comenzó su nueva etapa durante los años 40 escribiendo diversos
relatos para el Herald Tribune.En 1947 se instalaron en Marruecos, donde tienen
lugar la mayor parte de las narraciones de Bowles, no así su primera novela, El cielo protector (1949), de tintes claramente autobiográficos, cuya
acción transcurre en otros países del norte del África a pesar de que su
lectura nos haga pensar en Marruecos. Posteriormente publicó Déjala que caiga (1952) y La casa de la araña (1955), obras pobladas de personajes que atraviesan crisis de identidad y
cuyo escenario es invariablemente el paisaje africano. Instalado con Jane en
Tánger, Bowles fue el
anfitrión de destacados miembros de la generación beat y la Gay Society, aunque
no llegó a pertenecer a ningún grupo. Ya en 1972 publicó sus memorias, que fueron traducidas al español en 1990 como Memorias
de un nómada. En 1973 murió su mujer en un hospital malagueño tras largos años de demencia. Ese año tradujo al
inglés la obra del escritor marroquí Mohammed Chukri El pan desnudo. Publicó el libro de viajes Cabezas verdes, manos
azules (1963) y recopiló sus relatos en Delicada oración (1950), El tiempo de la
amistad (1967) y Relatos completos de
Paul Bowles (1979). Poeta y traductor de cuentos
tradicionales africanos, son suyos también Una vida llena de aprietos (1964), La tierra caliente (1966), Misa de gallo (1981) y Dos años al lado del estrecho (1990). También es autor de las óperas Denmark Vesey (1937) y Reliquia del viento (1943), basada en Así que pasen cinco años de García Lorca.
Una novela en la que los personajes protagonistas han dejado sus vidas a la incertidumbre de un viaje sin rumbo. El autor retrata perfectamente la psicología del manipulador Port y de la eternamente sacrificada Kit, además de presentarnos una galería de personajes que pueblan los inciertos lugares del norte de África por los que la pareja protagonista parece vagar más que viajar mostrándonos la perpetua crisis existencial en la que viven.
ResponderEliminarUna lectura indispensable en la bibliografía de su autor que muestra sus increíbles dotes para la descipción de personajes y lugares.
Esta novela me ha parecido excitante pero dramática.
ResponderEliminarEn El cielo protector, me ha disgustado la nula capacidad de los personajes para meterse en las sandalias del prójimo.
ResponderEliminarPor más que la novela se escribiera en un mundo aún muy marcado por la ideología colonial, me sorprende el desprecio (por palabra u omisión) con que tanto los personajes como –sospecho– el autor, tratan o ignoran al otro, entendiendo por otro en este caso a los hombres y mujeres del Magreb.
A pesar de los largos años que Bowles viviría en Marruecos después de editar su novela, a pesar de las chilabas con que se atavió, las alfombras bereberes que mullían su casa y tantos tes con yerbabuena diestramente escanciados en los cafetines de Tánger, tengo para mí que maese Paul jamás sanó del virus etnocéntrico del que padece su novela: el que, en la ficción, afecta a ese puñado de occidentales (¿inmaduros? ¿malcriados?) que surcan dunas y aduares a la caza de exotismos con que amansar sus propias neurosis.