
Tomasi se convirtió en
hijo único a temprana edad tras la muerte de su hermana menor. A partir de
entonces mantuvo una estrecha relación con su
madre, quien además se ocupó de parte de su educación durante su primera
infancia. Estudió letras y leyes y contrajo matrimonio con una célebre
psicoanalista de origen letón. Tras su matrimonio fueron a vivir con la madre
del escritor, pero debido a la incompatibilidad de caracteres entre las dos mujeres,
su esposa regresó a Letonia. A la muerte de su madre volvieron a residir juntos
en Palermo. Autor de un libro de relatos y de varias obras sobre crítica
literaria, El gatopardo no fue publicado hasta un año después de su
muerte, tras haber sido rechazado el manuscrito por diversas editoriales. Finalmente
fue el escritor Giorgio Bassani quien decide publicarla en Feltrinelli, editorial
de la que era asesor y director. Tras su fallecimiento en Roma, donde estaba
siendo tratado de un tumor cerebral, su cuerpo fue trasladado al cementerio de
Palermo, el mismo lugar que había elegido para enterrar al príncipe Fabrizio de
Salina, protagonista de su obra.