Marguerite Yourcenar (Marguerite de Crayencour, 1903-1987) es
una de las grandes escritoras de lengua francesa del siglo XX. De origen belga,
esta poeta, ensayista, dramaturga, traductora y, sobre todo, excepcional
narradora de novela histórica, es reconocida sobre todo por sus obras Memorias de Adriano (1951) y por la
excepcional obra que comentamos en el club de lectura el pasado 13 de enero: Opus nigrum (1968), considerada por muchos la mayor novela histórica del siglo XX.
Huérfana de madre desde su nacimiento, fue educada por su
familia paterna y recibió una sólida educación clásica desde muy temprana edad: leía a Racine y Aristófanes a la temprana edad de
ocho años. Su padre le enseñó latín a los 10 y griego clásico a los
12.

Yourcenar vivió la mayor parte de su vida en el estado de
Maine, en una casa, Petite Plaisance, compartida con su compañera
de vida Grace Frick. Ambas reposan en una pequeña tumba en el cementerio de
Somesville. La casa actualmente ha sido convertida en museo dedicado a su
memoria.
En Opus nigrum Yourcenar
realiza una interpretación magistral de un tiempo a caballo entre el Medievo y
el Renacimiento, donde conviven los nuevos conocimientos con las supersticiones
y conceptos trasnochados de un mundo destinado a su desaparición. Es en ese punto crucial de la historia, en la
Europa del siglo XVI, donde sitúa la escritora al médico, filósofo y
alquimista Zenón, un espíritu abierto a todos los conocimientos, especialmente
interesado en la relación entre el cuerpo humano y el cosmos.
En vano tratará de ocultarse bajo un seudónimo y disimular
sus actitudes. Cuando sobre él recaen sospechas por las que será condenado a
morir en la hoguera, nuestro protagonista se niega a retractarse públicamente
de las acusaciones que se le imputan pese a que ello supondría evitar la
hoguera, el fuego que tan bien conoce y tanto le aterra. Zenon no llega a
conocer el opus nigrum, liberación
del espíritu del lastre de la materia, pero ejecuta el acto de libertad suprema
eligiendo el momento de su muerte.

Cuando en 1980 se convirtió en la primera mujer elegida miembro de
la Academia Francesa de Letras, uno de sus componentes declaró durante la
ceremonia: Yourcernar sigue siendo una
especie de misterio extremadamente célebre, una especie de oscuridad
luminosa.