lunes, 15 de noviembre de 2010

VOCES. Dacia Maraini, 1994.


El pasado 27 de octubre, en la sala de profesores del IES El Alquián, comenzamos este segundo curso del grupo de lectura hablando de esta novela de la premiada autora italiana. Entra y déjanos tu comentario. Saludos.

2 comentarios:

  1. Dacia Maraini es una escritora nacida en Fiesole (Italia), cerca de Florencia, en 1936. Al cumplir un año se trasladó con su familia a Japón y posteriormente se establecieron en Sicilia. Casada en la década de 1960 con el pintor Lucio Pozzi fue, años después, la compañera del escritor Alberto Moravia. Autora de poesía, teatro, novela, ensayos, artículos, y guiones cinematográficos, es una de las grandes escritoras italianas y, probablemente, la más traducida. Entre otros muchos premios literarios le han sido otorgados el Formentor (1963); el Strega (1999) y el Campiello (1990).
    Su obra y su personalidad siempre se han distinguido por la defensa de los derechos humanos y, muy especialmente, por la reivindicación del papel de la mujer en la sociedad, la política y la cultura.
    Si en La larga vida de Mariana Ucrìa Dacia Maraini fijó su atención a través de su protagonista en la Italia del siglo dieciocho, con Voces (1994) lo hace por mediación de Michela Canova, una periodista y locutora de radio, en la Roma de finales del siglo veinte y principios del veintiuno para indagar como novelista en los asesinatos de decenas de mujeres.
    Dacia Maraini escribió esta novela con la finalidad de buscar un punto de luz sobre la condición humana, lo bueno y lo malo y esas actitudes tan lejanas de la razón, tan comunes en nuestros días, tan execrables y tan denunciables. El gran éxito europeo de la obra (se han vendido más de 500.000 ejemplares), la han llevado a convertirse en referente ético y estético para abordar el maltrato. "En Italia, en 2007, se cursaron 4.500 denuncias y hubo 115 muertes por la violencia machista, y el 91 por ciento de los maltratos no se denuncian, unas cifras escalofriantes que son parecidas en el resto de Europa", explica esta autora, para quien la iglesia y la familia patriarcal tienen mucho que ver en este asunto.
    Maraini acaba de publicar en Italia "Il treno dell'ultima notte” que habla de la historia de una periodista que tiene que indagar en un campo de concentración, y para ello la autora ha utilizado su propia memoria y experiencia, ya que Maraini, junto a su familia, estuvo en un campo de concentración en Japón -país en el que residía- desde 1943 a 1946.
    Defensora de la recuperación de la memoria, tanto individual como colectiva, Maraini asegura que a una sociedad basada en el mercado de Berlusconi "no le interesa la memoria, porque ésta no consume".
    La obra entre otras cosas, es una desmitificación de que los problemas del maltrato se dan en clases sociales acomodadas.
    Sostiene Maraini que «la violencia se da en cualquier clase social, porque la persona que ve que sus privilegios están mermados reacciona con la frustración, y la frustración lleva a la violencia. Y estos se da en todas las clases, también en las consideradas como cultas.
    Maraini denuncia que «la violencia no es un hecho intrínseco del hombre varón; el maltrato a la mujer es un hecho cultural. Los hombres llegan a la violencia porque cuando más se reconocen en el ideal de la virilidad más descontentos están: su ideal salta en mil pedazos».

    Los pasos apresurados (2004), obra teatral pensada con formato sencillo para ser representada en cualquier parte. Reúne un conjunto de siete u ocho historias de mujeres maltratadas. Obra emblemática con un circuito periférico no habitual, seguida de un debate con el público en el que participa la propia autora. Los beneficios son cedidos para una casa de atención de mujeres.

    ResponderEliminar
  2. Si alguien se siente defraudado al leer esta novela es probablemente porque ha buscado en ella una novela policiaca. Nada más lejos de la intención de la autora. Sin embargo, trata de buscar en ella las características de una mujer maltratada -y no solamente en la protagonista-. Seguro que entonces no te defraudará.

    ResponderEliminar