martes, 13 de septiembre de 2011

LA CASA VERDE. Mario Vargas Llosa, 1966.


Saludos! Comenzamos la tercera temporada del club!

El próximo mes de noviembre comentaremos, en la sala de profesores del IES El Alquián, la lectura correspondiente al inicio de un nuevo curso del club de lectura, esta novela del brillante escritor peruano, premio Nobel 2010.Déjanos tu comentario!!!

3 comentarios:

  1. La casa verde es el título de la segunda gran novela del escritor peruano Mario Vargas Llosa (1965), también es el nombre del prostíbulo que el forastero, don Anselmo, funda a las afueras de Piura y que sirve como nexo de unión para todo el relato.
    He de reconocer que la obra no presenta una lectura fácil pues la sintaxis, en ocasiones, es complicada. Hay que añadir además otra dificultad: la costumbre de no separar la voz del narrador y las palabras puestas en boca de los personajes.
    Los saltos del presente al pasado y la narración de distintas historias tampoco ayuda a facilitar la comprensión pero, finalmente, todas esas vivencias están entrelazadas y ¡qué gustazo cuando cada pieza comienza a encontrar su sitio y terminamos el puzzle!
    Quizá el último peldaño de la escalera que hay que subir para acceder al disfrute de la obra sea el de encontrarnos personajes con más de un nombre. El Sargento, Lituma y el Pesado son la misma persona y Bonifacia y la Selvática también, además de ser los lazos que unen todas las historias que aparecen en el relato.
    En la novela podemos encontrar dos historias principales, que además se desarrollan en dos lugares geográficos completamente distintos, a saber, Santa María de Nieva en plena selva peruana y Piura, situado en la costa del país.
    En el primer espacio se nos presenta una misión religiosa con unas monjas cuya principal actividad será recoger a las niñas indígenas para civilizarlas y evangelizarlas, siempre con ayuda de las fuerzas policiales. Destacamos a algunas de ellas como la madre Angélica; sin embargo, no es una monja el personaje que más llama la atención de este “particular convento”, sino una de las niñas ya educadas que deja la puerta abierta para que otras dos se escapen. Se trata de Bonifacia que, más tarde, se casará con el Sargento aunque su destino estaba escrito, como el de otras niñas de la misión, acabará siendo prostituta en “La Casa Verde”.
    En el otro entorno geográfico, la historia del prostíbulo. “La casa verde” tiene su propia vida, desde su fundación hasta que es destruida cuando los habitantes del pueblo la queman. No es sólo un edificio, pintado de verde, visitado por los hombres de Piura, es el lugar donde don Anselmo se enamora de Antonia y tiene una hija, La Chunga, que terminará erigiendo una nueva casa sobre las cenizas anteriores, entre cuyos visitantes más célebres destacan “los inconquistables”, una banda de matones que se dedica a robar a las tribus salvajes y de la que es líder un viejo conocido nuestro Lituma.
    Fushia es un contrabandista japonés, enfermo de lepra, que cuenta su historia siendo ya un anciano a su amigo Aquilino cuando va a visitarlo al leprosorio donde está esperando la muerte, como podemos leer en el epílogo con el que concluye la novela. Gracias a estas memorias sabemos que muchas cosas sobre él aunque destaca su amor por Lalita que, tras continuas palizas, se escapará de su lado y acabará con el Sargento.
    A grandes rasgos, este podría ser el argumento de la novela de la que resalta su cuidada organización, se trata de una novela perfectamente estructurada, aunque parezca un caos sin pies ni cabeza. También es destacable, como en toda novela hispanoamericana de la época, el tema del realismo mágico, de lo “real maravilloso”, como lo llamaba (si no me equivoco Alejo Carpentier.
    Finalmente, sólo decir que el elenco de personajes que presenta el autor, a simple vista, no tienen absolutamente nada en común; sin embargo, si nos fijamos bien todos comparten una característica que los hace entrañables. Son personajes con una experiencia intensa pero amarga, son seres fatalista presas de su destino trágico, salvando las distancias (que son inmensas), como los personajes de las tragedias griegas: Edipo, Electra, Antígona, etc. Así en contramos a don Anselmo ciego, a Fushia con lepra, a Bonifacia como prostituta.

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  2. Aquí dejo un enlace muy interesante a propósito de La casa verde. Son tres cartas dirigidas a Mario Vargas Llosa: dos son de los escritores Julio Cortázar y José Donoso, y la última escrita por el editor y escritor Carlos Barral.

    http://www.letraslibres.com/revista/convivio/tres-cartas-vargas-llosa

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  3. Esta obra es, de entrada, de difícil lectura por su carácter experimental, que mezcla diálogos con narración, diferentes momentos temporales y espaciales...
    Por ello, más que un placer, su lectura puede ser una tortura para los lectores menos habituados a este tipo de lectura (entre los cuáles me incluyo). Pero conforme se avanza en la lectura se hacen más "claros" el contenido y el estilo, van encajando las piezas del enorme puzzle que es esta novela y queda al descubierto lo que la hace más atractiva: su historia, sus diferentes personajes y cómo se relacionan.

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