Heinrich Theodor Böll (1917-1985) es el autor de Opiniones de un payaso, novela de la que trataremos el próximo 8 de noviembre y que abrirá el curso 2018-2019 del "Club de Lectura".
Heinrich Böll fue un escritor nacido en Colonia en el seno de una familia humilde. Contrario a las juventudes hitlerianas, su primer contacto con la literatura será a la edad de veinte años. Un año después abandonará su empleo en una tienda de libros para dedicarse a su vocación. En 1939 fue reclutado por el ejército alemán, luchó en numerosos países y acabada la guerra comenzó a publicar en periódicos y revistas, pero no será hasta 1951 cuando empiece a vivir de su obra.
Opiniones de un payaso me ha parecido un producto de su época, la Alemania del milagro económico. El país supera (o archiva) los desastres de la guerra, sobre todo los éticos, y empieza a entregarse a la sociedad de consumo. El movimiento hippie es apenas incipiente en California (estamos a principios de los sesenta), y Hans Schnier presenta bastantes rasgos que lo relacionan con él. El fundamental, su repugnancia hacia la sociedad burguesa, biempensante, preorganizada, que gira alrededor del dinero y que está claramente representada por el padre el protagonista. La conversación que padre e hijo mantienen hacia la mitad del relato establece perfectamente el hiato espiritual que los separa: a ojos de su progenitor, Hans no es más que un irresponsable, un inconsecuente, un improductivo, alguien poco serio. En definitiva, un payaso. Ello me hizo pensar en otros diálogos intergeneracionales, como los de La gata sobre el tejado de zinc o Rebelde sin causa. Además, ciertas reflexiones de la obra me resultan exóticas, como los diferentes puntos de vista de católicos y protestantes en Alemania, trípode ideológico cuya tercera pata serían los ateos (hoy en día, estoy seguro, en virtud de la inmigración, los musulmanes deben de conformar una cuarta perspectiva).
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